A casi un mes de la desaparición de 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, finalmente presentó su renuncia al cargo, el Gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero y se intensifica la discusión política, sobre quién es el indicado para relevarlo. Es la segunda ocasión que Aguirre Rivero se ve involucrado en un gobierno interino, ya que a finales de los 90′, relevó en el cargo a Rubén Figueroa quien tuvo que renunciar luego de la presión de la matanza de indígenas en el poblado de Aguas Blancas. Ayer llegó como el “óptimo” y hoy se va como el “inepto”. Ayer llegó como priísta y hoy se va como perredista.
La renuncia del gobernador guerrerense se dio luego de la presión que su propio partido ejerció y que culminó mediante un posicionamiento el día de ayer 23, en el que la directiva nacional encabezada por Carlos Navarrete dijo que están de lado de las familias de los jóvenes estudiantes de la Normal de Ayutzinapa, desaparecidos desde el día 26 de septiembre.
El hecho ayuda a bajar la tensión política, más no la tensión social.
En los últimos días las manifestaciones sociales se han acentuado, y han ido creciendo, alcanzando un reclamo nacional, exigiendo el esclarecimiento de la desaparición de los estudiantes.
Se ha han dicho muchas cosas, y se tiene la sospecha de que fueron asesinados. Múltiples voces, de testigos así lo aseguran. El Padre Alejandro Solalinde ha sido contundente al manifestar que varios fueron quemados vivos.
La PGR en voz del Procurador Jesús Murillo Karam y del Comisionado para la Seguridad Nacional, Monte Alejandro Rubido, han señalado que ya tienen una línea de investigación sólida, que conduce a la responsabilidad intelectual del hecho, y señalan directamente al ex alcalde de Iguala, Guerrero, a su esposa y al Director de Seguridad Pública de Iguala. Los tres están prófugos de la justicia.
La versión oficial señala que el día de los hechos, los jóvenes se dirigían al municipio de Iguala para manifestarse en el informe de la esposa del ex alcalde. Los jóvenes no llegaron a su cita.
Los tres inculpados son ligados a la delincuencia organizada, ligados directamente a la organización “Guerreros Unidos”. La PGR capturó a Sidronio Casarrubias y de allí, muchas cosas se han ido esclareciendo.
En la investigación para encontrar a los 43 jóvenes se han descubierto 19 fosas clandestinas, hallándose restos humanos que no han sido identificados.
La muerte ronda a Guerrero desde hace mucho, pero este hecho ha conmocionado al país y en el mundo, ya hay reclamos serios para esclarecerlo.
La imagen internacional de la nación está seriamente golpeada, y es urgente que se logren los resultados a la brevedad posible.
El Presidente de México, Enrique Peña Nieto ha manifestado que su gobierno está abocado a la tarea por encontrar a los 43 estudiantes. “Vivos se fueron, vivos los queremos” se lee en múltiples mantas desplegadas en las manifestaciones públicas. Es un deseo de todos los mexicanos el que así sea.
Mientras tanto, la renuncia del gobernador Aguirre Rivero viene a mostrarnos lo frágil que son las instituciones ante el flagelo de la delincuencia. Nunca será bueno que un gobernante elegido por el voto de la ciudadanía tenga que renunciar por motivos de actos propios de delincuentes.
La cuenta ya es regresiva. Guerrero y México necesitan saber y sentir que la impunidad no debe vencer.
Sí, ya se fue el gobernador … ¿y luego?.
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