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AMLO una historia de corrupción y embaucamiento

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Andrés Manuel López Obrador
Andrés Manuel López Obrador

Acostumbrado a no ser cuestionado, a no ser molestado con pregunta alguna discordante o crítica aguda que lo ponga contra la pared, Andrés Manuel López Obrador opta por callar y cuando no encuentra otro camino, en el caso del que escribe, pues les encarga el “asuntito” a su equipo de campaña.

No voy a abundar en el “asuntito” (que ya he abordado en su momento), pero sí en la posición hipócrita de AMLO frente a una situación muy seria que es la corrupción que lo caracteriza, y sobre la cual, el famoso “peje” hace mutis o cuando no le queda de otra, simplemente lo niega.

Eso sí, se aprovecha de la buena voluntad y en mucho, de la ignorancia y romanticismo de jóvenes que “sueñan” con un país ideal.

Con discursos idealistas, AMLO abona al caos, y se refiere al tema nacional electoral, como si México fuera una dictadura y de la cual hay que liberar a los mexicanos. AMLO se siente el “libertador” de la patria. Es su visión, la de un México que lo necesita para “salvarse”. Acusa que la nación está atrapada por corruptos y ladrones.

Sin embargo, la corrupción en el seno AMLISTA es galopante. De entrada los ingresos de AMLO durante 6 años de campaña fueron un secreto, y siguen siéndolo, aún y cuando afirman sus colaboradores que la cuenta “oficial” (Honestidad Valiente AC) amlista es transparente. Con todo y sus argumentos victimosos, no se justifican los múltiples viajes por todo el territorio nacional, los acarreos y los mítines.

Durante 6 largos años, AMLO recorrió tres veces el territorio nacional, y la pregunta aquí es: ¿cuánto dinero gastó?, ¿de dónde lo obtuvo?, ¿de sus 50 mil pesos de sueldo, pagó impuestos?.

Del caso de Bonino y los 6 millones de dólares AMLO no habla, es dinero que pidieron para hacer que AMLO ganara. 6 millones de dólares que servirían para compra de votos, a través de despensas y dinero mano en mano. No hay de otra forma. Es dinero oscuro, sucio, que no paga impuestos y que nunca lo verán los mexicanos, ni siquiera los seguidores, preciso, del #yosoy132.

Y hace unos días, el periódico el Universal dio a conocer un audio, donde se escucha a un poderoso empresario explicar que ya le entregó 50 millones de pesos a Jesús Zambrano, pero el del otro lado de la línea le dice “quiere más”, “cuanto más”, “30 ceros”, “no se puede”, “ayúdalo, vamos bien” …

El audio lo puede usted escuchar aquí en este portal en la portada de noticias.

Grave que Zambrano no clarifique. Desde luego que lo niega, pero ante la evidencia, no tiene más que aportar. Y de esto AMLO no dice nada, nada de nada. Solo afirma “es un distractor”, o sea, “un compló”.

Y de eso, también pocos hablan.

He tenido la oportunidad de platicar el día de ayer con tres estudiantes (dos de leyes y un contador) que participaron en la marcha del famoso #yosoy132, dos mujeres y un hombre (los nombres los reservamos por razones obvias), orgullosos de defender el triunfo” robado” a AMLO. Durante la conversación, pude ver que los jóvenes portan un “chip”, un rollo como ellos le llaman, bien estructurado sobre lo que aseguran fue un “fraude”.

— Televisa, Milenio, TV Azteca impusieron a Peña Nieto le lavaron el cerebro a la gente y compraron votos, solo así pueden ganar y  nos impusieron a un pendejo, por eso luchamos para que la gente se de cuenta de lo que les hicieron”

O sea, los jóvenes estudiantes, que se supone están recibiendo un mundo de conocimientos, están “convencidos” de que más de 30 millones de mexicanos que no votaron por AMLO están “idiotizados” por las televisoras y los medios. Su razonamiento es simple, “los que votaron por Peña Nieto (y por ende los que no votaron por AMLO pero lo hicieron por el PAN), están engañados y se convirtieron en cómplices de la corrupción.

Y me di cuenta que no están preparados para combatir la duda.

— Háblenme de Manuel Bartlett por favor. Los tres jóvenes se miraron, ninguno sabía que el referido, es un “demonio” para la histórica lucha democrática de la izquierda moderna, es más ni siquiera saben quién Bartlett. Ignoran que el fundador del PRD y “ganador” de la elección presidencial en 1988 Cuauhtemoc Cárdenas y la izquierda nacional lo condenó a vivir con el sello de creador y ejecutor del fraude que evitó que México tuviera un presidente surgido de la izquierda. Cuauhtemoc fue el “padrino” de AMLO cuando éste ingreso formalmente al PRD. Y hoy Bartlett es aliado de AMLO y premiado como Senador de la República. Cuauhtemoc fue traicionado por AMLO. Se cayó el sistema en 1988 y AMLO lo revivió en el 2012 al encumbrar a Bartlett de nuevo: de la tumba al Senado.

Y luego vino otra

¿Ya escucharon los audios de los casos Bonino y Zambrano? — no, ¿de qué tratan?, escúchenlos … (audios). ¿Qué opinión les merece?, están editados … ¿seguros?, ¿meterías las manos al fuego por ellos? … (largo silencio). Retomemos el asunto, ¿se vale acusar a uno de corrupto cuando en casa se hace lo mismo o peor?; no, ¿entonces?, “mira, nosotros queremos un país libre de corrupción, que la democracia sea pareja, exijimos que nos dejen elegir en libertad a nuestros gobernantes no que nos los impongan” … ¿y luego?, pos de eso se trata … ¿aunque te dejes llevar por un líder mentiroso e incongruente?, ¿no importa?. (Silencio).

Los jóvenes tienen el derecho a exigir, y dentro del marco de la Ley conducirse. Pero también tienen el derecho a ser respetados. AMLO no los respeta, los usa. Su discurso abona en la ignorancia de  los hechos , de la historia que vive en el presente, y que los chavos no conocen. Estos jóvenes “buena onda”, no son culpabes pero sí responsables de lo que le pase al País. Y AMLO tramposamente los lleva al sacrificio, porque no tardan en descubrir la verdad, la triste verdad.

El método para salir de la trampa Amlista puede variar, pero los jóvenes deben encontrar la verdad por sí solos, aunque en el camino vayan dejando sobre la carretera pedazos de su “corazón partío” cuando la descubran y se den cuenta de que solo fueron utilizados por el sistema corrupto que avala la conducta del ya famoso ya dos veces perdedor, Andrés Manuel López Obrador.

El sueño de los jóvenes de tener un país justo, limpio, honesto, ordenado, amable y generoso con las clase más necesitadas, no puede estar en manos de gente tramposa, de político mafioso sea del partido que sea. Ese sueño debe ser recogido por las instituciones que rigen la vida pública nacional y encauzado por todos los mexicanos, pero sin gritos, ni insultos, ni provocaciones, ni agresiones, ni violentas manifestaciones.

Una minoría tiene la obligación y el deber moral de respetar la decisión de las mayorías, y éstas, el deber y obligación de respetar y tomar en cuenta los deseos y demandas de las minorías, todo en favor de la nación, de su justicia, de su democracia, de su desarrollo y de su bienestar.