No es un fenómeno, ni siquiera alcanza a sorprender, pero hay que reconocer que su honestidad lo hizo ganar la elección que lo convierte en presidente municipal del municipio de San Blas por segunda ocasión.
En plena campaña Hilario Ramírez Villanueva confesó haber robado poquito en su primer periodo de gobierno. El escándalo no se hizo esperar, y aunque rectificó posteriormente en rueda de prensa, fue conocido por su sorpresiva confesión.
Hoy ganó con un margen de casi 6 puntos porcentuales a la candidata de la coalisión “por el bien de Nayarit”, Candy Yescas Blancas.
Este tema es digno de analizarse con más profundidad porque no se entiende cómo un confeso corrupto, obtuvo la confianza mayoritaria de los electores.
El hombre conocido popularmente como “Layín” se convierte en el primer alcalde independiente de esta era donde las reformas estructurales alcanzaron el terreno electoral.
