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De un “bocado se comieron” a Renán Barrera

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Y mientras el alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha buscaba la forma de manejar la situación a su favor, que llegan Roberto Rodríguez Asaf, Secretario de Administración y Finanzas, y Pablo Gamboa Miner, director de la Comey para anunciar una serie de inversiones en Mérida, por más de 170 millones de pesos provenientes del gobierno federal, gestionados por el Gobernador Rolando Zapata Bello.

Pero el golpe más duro, es el anuncio de los 63 millones de pesos para darle mantenimiento a los mercados Lucas de Gálvez y el San Benito. Rodríguez Asaf fue contundente ante la prensa, al decir “gracias a las gestiones del Gobernador Rolando Zapata Bello y de Pablo Gamboa Miner, ante el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto”.

Le ganaron la partida política al alcalde de Mérida y presidente nacional de la asociación de alcaldes del PAN. Otra vez. Y es que, es evidente que nunca vio venir la paliza.

Renán se ha caracterizado por demostrar su incapacidad política para ejercer un cargo como el que ostenta,  es obvio que no estaba preparado para gobernar Mérida. Su falta de oficio político le ha ocasionado graves caídas. Caídas propias de un novato, de un político “fast Track”.

Hoy sale a decir que “gracias a que viajó a la Ciudad de México se consiguieron los 63 millones de pesos”, lo que resulta patético.

Si viajó a la Ciudad de México, ¿con quién habló?, ¿con Mancera?, ¿con Madero?. Los 63 millones de pesos se gestionaron a través de la Comey, luego entonces, ¿con quién habló Renán Barrera?.

Decir “viajé a la Ciudad de México”, pero no revelar con qué funcionario del gobierno federal habló para agilizar el trámite, revela que lo agarraron como al “tigre de santa Julia”.

De un bocado se comieron a Renán Barrera.

Y lo peor, viene más inversión (más de 170 millones de pesos) en Mérida. Y Renán no es capaz de decir “gracias Presidente”, ni “gracias Gobernador”, ni mucho menos “gracias director de la Comey”.

Ni hablar el alcalde de Mérida, es un político muy torpe.

La neta del planeta.- 

El hoy presidente nacional de los alcaldes panistas de México, no vio venir el golpe. Creyó, fiel a su costumbre, que podría burlarse de sus rivales y que le darían los 63 millones de pesos para las reparaciones del Mercado Lucas de Gálvez así nada más. Pensó que nadie le iba a cobrar sus agresivas palabras públicas contra el Gobierno Federal y el Gobierno de Rolando Zapata Bello.

Pensó que era intocable, y que su oportunismo – gandallismo, saldría avante una vez más. Pensó que era lo mismo tratar al gobierno como a los regidores de su cabildo. Pobre.