La nota lleva el título “Niño terrateniente”. Y aunque cuidaron el escoger el calificativo, éste constituye una violación a los derechos de un menor de edad. Uno que apenas tiene 5 años de edad.
La nota perversa describe una serie de propiedades que el matrimonio de Cornelio Aguilar Puc y Guadalupe Ortega Pacheco le cedieron al menor, en pleno uso de sus derechos y en total apego a la ley, tal como lo hacen miles de padres de familia que buscan proteger el patrimonio de sus hijos cediéndoselos de manera voluntaria.
Nada tiene de malo ese hecho.
Sin embargo, la línea editorial del Diario de Yucatán, encontró una fuente más para saciar su sed de venganza. En su búsqueda por “exhibir” la supuesta “riqueza” de Ivonne Ortega, su familia y sus cercanos, se ha dado a la tarea por acosar a todos los que están relacionados con ella, mostrando públicamente supuestas propiedades, tratando de influir en sus lectores para que crean y divulguen que existe un supuesto enriquecimiento inexplicable, todo, según ésto, al “amparo del poder” que ostenta la gobernadora.
En ese enfermizo propósito, el Diario de Yucatán hoy, viola flagrantemente los derechos de un menor pues lo exhibe públicamente y lo expone ante cualquier delito posible que pudiera ocurrirle.
“Niño terrateniente”: este calificativo constituye por sí solo, un agravio a sus derechos, porque el niño, menor de edad, tiene derecho a ser tratado con dignidad, tiene derecho a un nombre y apellido, tiene derecho a ser respetado. A ningún menor, se le debe dar un calificativo, sino llamarlo por su nombre”. Derechos Humanos
“Con éste título y nota, el niño queda expuesto ante la delincuencia. La nota lo exhibe como acaudalado. Secuestro, robo, violencia, etc, acechan ahora al menor”.
Precisando: Artículo 18.- Las niñas, niños y adolescentes no deberán ser sujetos de
ningún tipo de discriminación en razón del sexo, edad, condición física,
social, económica, lingüística, preferencias, filiación, instrucción, religión,
ideología, origen étnico, nacionalidad o cualquier otra que menoscabe la
dignidad humana, sus derechos y libertades.
Ahora sí se pasaron. Triste es ver, leer y comprender que en aras de una libertad de expresión, los del Diario de Yucatán atacan a un indefenso meno de edad, un niño de 5 años. Si ésto hacen con un niño de 5 años, ¿qué no harán con el resto de la población?.
Los del Diario de Yucatán se creen poderosos, se sienten omnipotentes, se ostentan como invencibles, se promueven como los voceros de la “verdad”, pero se equivocan. Están usando la infamia, la calumnia, la mentira, la manipulación para llevar a cabo su consigna editorial. No les importa el daño que pueden causar a gente inocente. Porque su “periodismo” es igual a una ráfaga de balas en el cuerpo de un inocente niño.
Eso no es periodismo, es evidentemente, una consigna editorial al amparo de la libertad de prensa, alimentado por el odio esquizofrénico de un grupo de mentes perversas que no cargan pistolas porque han encontrado que la pluma es más placentera. Su odio a Ivonne Ortega los ha llevado a transgredir las leyes y la ética periodística. Son muchos los que suman una cuenta pendiente con el Diario de Yucatán, por haberlos difamado. Son muchas familias agredidas, muchos inocentes lastimados por el “poder” de dicho periódico.
Aquí lo que corresponde es una demanda de los padres ante las autoridades, empezando con la Comisión de los Derechos Humanos.
Aunque a decir verdad, eso les vale un “pepino y cacahuate” a los del Diario. Impunes y …
Condenan la falta de “ética” de otros y son peores …
No se puede permtiir más agravios de éste medio de descomunicación, que hace sus notas sin pruebas, basado en simples suposiciones y dichos, que de tener las pruebas contundentes serían factor ante las autoridades.
En el Diario de Yucatán se violan los derechos de todos los que no rinden pleitesía a su “poder”, uno que bien dijo Luis Correa Mena, ya no sirve para ganar elecciones, ni poner candidatos.
En el Diario de Yucatán buscan mandar mensajes al nuevo gobernador para chantajearlo y ceda a sus pretensiones económicas. Votos hacen los yucatecos para que ésto no suceda y no gobierne la mentira y la manipulación editorial.
En el Diario de Yucatán se violan los derechos hasta los de un menor de edad, total, “son descendientes de Ivonne Ortega y de la clase priísta que gobierna” contra los designios de la “casta divina”; o sea: los mercenarios del Didy.
Precisando: Todos los medios hemos recibido capacitación para darle un tratamiento a los casos de menores infractores. Incluso el Diario de Yucatán los trata con respeto en sus notas de policía. Luego entonces, sabe lo que está haciendo, porque, cómo es posible que traten como delincuente a un niño de 5 años de edad, que no ha cometido delito alguno, incluso sus padres son inocentes hasta que quien los acusa pruebe lo contrario, y es que ninguna autoridad los ha declarado culpables de nada.
Así trata a un menor de edad el Diario de Yucatán.
Precisando nuevamente: el que suscribe la nota de marras, es un “periodista” llamado Angel Noh, al que según nos informan, le tendieron la mano, al contratar a parientes suyo cercanos en el gobierno municipal de Mérida de Angélica Araujo Lara, precisamente en el área de comunicación.
“Perra mala” … “porca miseria” !!
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