La vida da muchas vueltas suele decirse en medios políticos frecuentemente. “El 4 de Julio” es un referente para recordar la trifulca que le costó al PRI la alcaldía de Mérida. O peor aún, la gubernatura a la alcaldesa Angélica Araujo. Los panistas salieron beneficiados, de hecho, el inepto Renán Barrera resultó alcalde de Mérida.
No aprendieron la lección, había que cuidar el capital político y en medio de la soberbia, les alcanzó el “vídeo escándalo”, donde aparecen en escena los líderes de la inmoralidad panista, bailando con mujeres, bebiendo licor y dándo vuelo a la pachanga. Por cierto se dice que incluso participó alguien ligado a la delincuencia organizada. – “El PAN está hecho mierda”, dijera Gerardo Bolio de Ocampo, actual presidente del CDM del PAN, otro político que con su ineficiencia ha sumido al blanquiazul en la mediocridad.
El Vídeo que diera a conocer el periódico electrónico Reporte Índigo y que convulsionara a la prensa nacional generando la vergüenza más del PAN en el año y que ya ocasionó la caída de Luis Alberto Villarreal como coordinador de la fracción panista en la Cámara de Diputados, es en sí, el “4 de Julio” para el PAN en Yucatán.
En aquel entonces, el PRI enfrentó la vorágine de críticas y denuncias, condenas por aquí, condenas por allá, burlas mediáticas y periodicazos al por mayor. El resultado fue que perdieron la alcaldía de Mérida.
Hoy, el PAN sufre su propio “4 de Julio”, padeciendo lo mismo, solo que más intenso, porque como partido, quedaron expuestos al libre escrutinio de la sociedad que los voltea a ver con desprecio, y no por violentos, sino por inmorales.
Nadie defiende al PAN, nadie sale a ponderar su ideología y sus principios. Nadie con un ápice de razón niega los hechos consumados. Uno lo negó, y ya se comprobó que mintió.
En Mérida, al parecer el PAN está buscando una salida para encauzar la lucha por la alcaldía de la Capital en el 2015. Se ve difícil la meta, porque no hay “gallo” que cante fuerte.
En todo Yucatán se habla del vídeo escándalo y de la inmoralidad panista. En cafés, restaurantes, centros de trabajo, en la calle, en la familia, entre amigos, entre compadres, entre vecinos, al ir a comprar tortillas, en la parada del camión, al ir al baño a un centro comercial, en fin, en todos lados sale a relucir la inmoralidad del panismo. Y la pregunta es: ¿dónde quedaron los principios?, y la afirmación es: “ya se los cargó la chingada”, y la duda es: ¿irá Paz por la alcaldía?, la condena es: “Ni Vila ni Vitelli tienen los tamaños para rescatar al PAN”. Y la sentencia es: “van a perder Mérida, por inmorales”.
La incongruencia es poderosa, destruye al ser u organización que la posee.
Así como el PRI sufrió la debacle, el PAN está en el mismo proceso. La nave se hunde rumbo al 2015.
La mira se posa sobre una mujer como posible alternativa para el PAN. Aunque quizá con el paso del tiempo las cosas se calmen, jamás se olvidará la inmoralidad que el vídeo escándalo reveló.
La neta del planeta.- Al PAN le sucedió que se miró soberbio, no se autoevaluó, no se autocriticó y se autocomplació. Los grupos rebasaron al panismo, y se murió el capital moral del partido. Así no se puede, ni se podrá.
