Hasta hace algunos años, (en especial durante la era de los gobiernos panistas), los funcionarios públicos y gobernantes no tenían tanta cercanía con sus gobernados, tampoco había tanta apertura para dialogar de gobernantes a gobernados, en los últimos años la forma de gobernar y de interactuar con los ciudadanos cambio de forma drástica trayendo muchos beneficios y también contras.
Muchos programas sociales implementados en el gobierno, surgieron de escuchar los diálogos directos de los ciudadanos, exponiendo sus necesidades y problemas e interactuando de viva voz con el candidato o gobernante.
Gracias a la libertad de expresión, muchas cosas han cambiado respecto a la interacción ciudadano y gobierno, hace algunos años, los cómicos o actores regionales, no podían hacer críticas tan abiertas a los políticos pues corrían el riesgo de ser sancionados, hoy en día las parodias de estos personajes están a la orden del día , hecho que el público incluso hasta algunos políticos disfruta y ríe con su parodia.
Y ni que decir de las redes sociales que es una forma rápida y efectiva de comunicarse. las redes es lo de hoy y los usuarios interactúan activamente con los políticos por medio de las plataformas sociales tanto Facebook , twitter y otras fuentes de interacción cibernéticas donde mandan mensajes, comentarios y en ocasiones una que otra ofensa e insultos
En épocas pasadas tomarse una foto con algún político era una cosa menos accesible, pues había mas formalidad, pongamos de ejemplo la diferencia entre el gobierno de la gobernadora interina Dulce María Sauri quien gobernó del 91 al 93 sus acciones no eran de transmisión inmediata pues emitía un informe de actividades semanales los días lunes a primera hora, donde se resumían los hechos realizados durante la semana, las noticias de loas acciones diarias salían hasta el día siguiente en prensa escrita y noticieros de televisión.
Además el trato con la gente a pesar de conducirse de forma amable , nuca tuvo tanta cercanía como lo tuvo Ivonne quien nunca dudo de repartir abrazos , secar lágrimas, arrullar bebes, hecho que hizo ganarse el corazón de los yucatecos.
Durante el gobierno de la gobernadora constitucional Ivonne Ortega Pacheco se caracterizó como un gobierno de puertas abiertas, donde todos los ciudadanos eran bienvenidos a hacer peticiones y gestiones y muchas veces atendidos por la propia Ivonne quien siempre los atendía con suma paciencia y una sonrisa en los labios, cumpliendo su lema cuando mi cuerpo se canse mi corazón le recordara el compromiso que tengo con Yucatán.
Las redes sociales fueron un elemento de suma importancia durante el gobierno de Ivonne donde alcanzo a tener miles de seguidores y estar catalogada como una de las primeras tuiteras mas influyentes a nivel nacional, con miles de seguidores, ni que decir de las giras que realizaba donde invito a algunos ciudadanos como se trabaja en Yucatán , donde pudieron constatar el trabajo incansable de Ivonne .
Definitivamente hay una diferencia enorme de cómo era la política de ayer y como es la de hoy donde los hechos son trasmitidos, casi de manera instantánea en redes sociales y donde los ciudadanos no dudan en opinar , criticar e incluso hacer memes de los políticos.
Hoy los cómicos regionales pueden trabajar libremente sin temor a la censura parodiando a los gobernantes, los políticos hacer reuniones en parques o lugres públicos donde conviven y escuchan a los ciudadanos y a veces hasta echarse un bailecito.
Como en todo los cambios traen cosas buenas y malas un ejemplo de esta apertura en la política de hoy es la gente que olvida el respeto a la autoridad y escribe sarta de insultos y vulgaridades creando debates con otros ciudadanos a favor y en contra, pero apostando a la parte positiva, es que ahora el ciudadano no teme acercarse al político, hablarle de frente exponerle sus necesidades, enterarse en momento real que están haciendo los funcionarios y sobre todo al estar cerca de sus gobernantes, agradecerles y reclamarles lo bien o lo mal que están desempeñándose para pedirles que enmienden el camino .
