Inicio Análisis político Enrique Vidales Ripoll ¿Robo o autorobo en cables de luminarias?

¿Robo o autorobo en cables de luminarias?

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Al asumir Renán Barrera el Ayuntamiento encontró en el tema de las luminarias el pretexto para denostar contra la administración anterior encabezada por Angélica Araujo. Con el argumento de que las lámparas de la empresa AB&CLeasing no funcionaban correctamente, procedió a rescindir el contrato de arrendamiento sin la formalidad requerida, negándose a pagar la obligación por la renta. Lo que propició que se abriera un juicio administrativo que aún no tienen una resolución y sentencia emitida.

¿Se acuerdan de lo que afirmó la empresa AB&CLeasing cuando se le acusaba de que las luminarias no encendían?

La empresa contestaba que la falta de mantenimiento y el vandalismo que se robaba la cablería eran causas por las cuales las lámparas no encendían. Un asunto más de seguridad, monitoreo y vigilancia que realmente la causa sea un mal funcionamiento de las luminarias.

Hoy, en el diario Milenio Yucatán, el director de servicios públicos municipales Santiago Alamilla, al intentar justificar el porqué algunas lámparas no funcionan en diferentes colonias, determina que el motivo es el robo de la cablería.

Es muy claron entonces al interpretar el sentido del dicho por el funcionario que la concede la razón al argumento que en su momento presentó la empresa AB&C Leasing; y en contrasentido a esto, exhibe que el argumento de Renán Barrera que la causa del mal funcionamiento de la lámpara ocasionaba los apagones no corresponde con la realidad.

Inclusive acepta que año con año es la causa de que zonas de la ciudad permanezca a oscuras con lo cual refuerza de que desde que inició la adminstración conocían del problema, pero que no les importó darle la razón a la empresa ya que la consigna era usar el tema con los fines políticos específicos de denostar contra la administración de Angélica Araujo.  Además queda más que evidenciado el fracaso de la campaña de “Iluminemos Mérida”

No olvidemos que la adquisición de las nuevas luminarias fue contrario a lo que ordena la Constitución Política que exige una licitación pública por el monto económico de la transacción. Contraviniendo el principio de que nada puede estar por encima de la Carta Magna y violando otro principio, el de legalidad al tomar una decisión que como autoridad no le correspondía hacer por el mismo mandato constitucional.

Alamilla nos ha permitido hoy darnos cuenta que la conducta de Renán Barrera fue más un capricho que realmente trabajar para resolver la causa del problema que hoy el funcionario determina es el robo de cablería, no el mal funcionamiento de las lámparas.