Quieren la unidad, quieren mantener la alcaldía de Mérida en el 2015. Pero no es tan simple. No es fácil. Los meses que Renán Barrera lleva al frente del Ayuntamiento, han sido de terror para el PAN. El partido como tal no tiene identidad propia, no hay ideología, ni ideólogos, ni líderes, ni sustancia. No hay esencia, no hay peso específico, no hay trascendencia. Existen como los seres vivos, pero no dan una. Su líder se llama Renán Barrera. Y él maneja todo con la cabeza “cuadrada”. Raúl Paz y Renán Barrera jamás podrán hacer el dúo perfecto. Se han medido, Renán considera a Raúl un pobre diablo, y Raúl considera a Renán un gran … traidor. Pero Renán va de salida, inflándose de lana de todos los meridanos. Raúl no es indiferente, se conduce con prudencia, pero eso no lo excluirá de lo que viene, o sea una gran joda. Hoy se les ve juntos con Madero, pero mañana, o sea dentro de unos días, juntos ni a la esquina. Al tiempo.
La pregunta es directa, ¿están todos en el PAN con Raúl Paz, rumbo a la alcaldía de Mérida en el 2015?. No sé si la respuesta sea tan clara clara y precisa como la pregunta, pero, deja abierta la posibilidad de hacer serias jugadas mentales, toda vez que nadie acierta a dar solución a la gran división que existe dentro del PAN en Yucatán.
Y si le damos una vuelta al asunto y preguntamos mejor: ¿es Raúl Paz el factor de unidad al interior del PAN yucateco?.
Mi teoría es que el PAN no busca una solución al problema que le significa su desarticulación, basada ésta en la gran disputa por el poder. Dicha disputa está matizada por el odio y la venganza. Y la revancha los ciega.
En el PAN yucateco si pudieran se desaparecían los unos a los otros. No existe la reconciliación.
Por ello es importante precisar si es Raúl Paz Alonzo, el factor de unidad o no.
Porque en antaño, cuando el PAN luchaba por alcanzar el poder, en la entidad el solo nombre de Víctor Cervera Pacheco los unía. Y en medio de esa lucha, había postulados ideológicos, que surgían de mentes brillantes como la de Carlos Castillo Peraza, o de Don Luis H. Álvarez, o del Maquío. Postulados que eran los argumentos que vestían las luchas, y convertían una lucha plazera en una lucha idealista.
Hoy no hay nada de eso. No hay enemigo cacique al frente, ni el PAN tiene ideólogos de mente brillante. Hoy lo que tienen es simple ambición de poder en las cúpulas.
Mientras existió Víctor Cervera Pacheco, hubo un Patricio Patrón Laviada, hubo un Luis Correa Mena, hubo una Ana Rosa Payán Cervera, hubo un Xavier Abreu y hasta un nefasto Manuel Fuentes Alcocer. Después llegó Ivonne Ortega Pacheco y los borró del mapa.
Por un accidente el PAN fue tomado por los Correístas, encabezado dicho movimiento por un desconocido hasta ese entonces: Renán Barrera Concha. Actualmente convertido en la manzana de la discordia en el PAN. Una verdadera manzana podrida.
Y Renán sin merecimientos dentro del PAN, tan solo por la ambición de Hugo Sánchez Camargo, ha tomado el control del partido. Ante él se postran todos los esfuerzos partidistas. El poder público municipal se trasladó al PAN. No el PAN llegó al palacio municipal, como debió de ser.
Y el PAN se hundió más. Lo grave es que fuera de Mérida, nadie sabe quién es Renán Barrera.
La ley del ñoño es “o estas conmigo, o en contra mía”.
Raúl Paz es la pieza más mencionada del ajedréz político en el PAN yucateco. Pero ¿lo que ha logrado, le alcanza para ser el líder de los panistas en Yucatán?.
El PAN no existe fuera de Mérida. ¿Y qué pasa si la pierden en el 2015?.
Hablan de unidad, pero esa no se consigue solo porque Hugo Sánchez se la pida a Beatriz Zavala, o a Sofía Castro, o a Luis Correa, o a Patricio Patrón Laviada, o a Víctor Hugo Lozano, o a Salvador Vitelli, o a Alfredo Rodríguez y Pacheco, o a Gerardo Bolio, o a Mary Yoly Valencia, o a Rosa Adriana Díaz, o a Daniel Ávila, y a casi todos. El asunto tiene que ver con las ambiciones personales y no hay suficientes puestos para todos.
Mauricio Vila ya se conformó con ser comparsa y ganar una candidatura federal, dicen. Si no es entre ellos, nadie más, aseguran.
Las cosas están descompuestas en el PAN. Las grandes figuras están maniatadas por los chavitos. El PAN como manzana, se va descomponiendo poco a poco conforme pasa el tiempo.
Y no, no todos están con Raúl Paz, empezando con Renán Barrera. Sus detractores afirman que sería el regreso del patricismo, aunque yo creo que si ya llegó a la alcaldía un ñoño, ¿por qué Raúl no debe intentarlo?. Todos orillan a Raúl a pactar con Renán, pero, en realidad ¿es posible sentar a Patricio Patrón con Luis Correa?.
El odio es más poderoso que la ambición. No hay fusión, aunque lo intenten.
Como los zombies, todos corren tras la “carnita”. Raúl ya conoce la acción traicionera de Renán. La calle 60 norte es la prueba. Raúl consiguió los 200 millones, y Renán se los clavó y ni las gracias le dio. Si eso le hizo a Raúl, qué no le hará a los de a pie.
¿Se puede confiar en un traidor?, solo si se es un débil mental.
